dimarts, 16 de novembre del 2010

España y el Sáhara Occidental (I)

Estos días ha salido a la luz con fuerza el conflicto que mantiene, desde hace 35 años, el pueblo de la República Árabe Saharaui Democrática (antes denominada Sáhara Español) con el Reino de Marruecos. Un importante número de ciudadanos saharauis residentes en la zona controlada por Marruecos a los que se les pudo haber unido un número no determinado de saharauis residentes en la zona no controlada, más allá del muro (que podríamos denominar “de la vergüenza”), montaron cerca de Al Aaiun un campamento de jaimas, tiendas típicas usadas por las tribus beduínas, en buena parte constitutivas del pueblo saharui.
Como quiera que probablemente es la primera vez que muchos de mis amigos y familiares oyen hablar de aquellas tierras, he considerado que podría ser interesante hacer una narración “breve” de la historia de dicho territorio, última colonia de España, que adquirió su independencia en 1976 cuando la Administración y el Ejército españoles abandonaron la misma. La descolonización del Sáhara Español fué, tal vez, el hecho más importante de la política exterior española en la segunda mitad del siglo XX y fue el resultado de un chantaje producido por el Reino de Marruecos en un momento de máxima debilidad del régimen totalitario español, con la connivencia de las grandes potencias (Estados Unidos y Francia, sobre todo).

Hay que recordar que España, potencia colonial de primer orden en los siglos XVI a XVIII, fue viendo como sus dominios se iban reduciendo a medida que distintas naciones fueron independizándose y adquiriendo el status de estado, en muchos casos, con la denominación de república y con constituciones inspiradas en la de los Estados Unidos de Norteamérica, adoptada y ratificada por 13 estados entre 1787 y 1790. Entre 1808, cuando una junta revolucionaria se alzó en Ciudad de México, y 1898 cuando se firmó el Tratado de París que dió por terminada la colonización de Cuba y cediendo Puerto Rico, las Islas Filipinas y la de Guam a los Estados Unidos, España dio por terminada su misión imperial iniciada por el Gran Emperador Carlos I de España y V de Alemania. Excepto por unas pocas “posesiones” en el continente africano (Ceuta, Melilla, las Islas Chafarinas, en el norte, e Ifni, el Sáhara español y la Guinea española, en el occidente) .
La base política que permitió la presencia española en el Africa Occidental es el Tratado de Tordesillas firmado el año 1494 por Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón con Juan II de Portugal. La esencia del Tratado consistió en establecer una línea coincidente con el meridiano 46º 37’ oeste que dividía las áreas de acción de ambos reinos. Portugal quedaba relegado a ocupar las costas africanas y una pequeña parte en la zona más oriental de América del Sur (Brasil). Por su parte, Castilla renunciaba a los derechos que tenía sobre el Reino de Fez (actual Marruecos), salvo la región que rodea a Melilla, a la presencia de navíos de pesca castellanos al sur del Cabo Bojador aunque confirmó el derecho castellano a realizar Cabalgadas, dentro del área portuguesa entre ese punto y el Río de Oro (Sáhara Occidental).
A finales del siglo XVIII, a cambio de territorios en Sudamérica, los portugueses cedieron a España los derechos comerciales en una zona del golfo de Guinea y ya en 1860, tras una guerra con Marruecos, España adquirió la soberanía sobre Ifni y el Sáhara Occidental (denominado Sáhara Español) formado por las provincias de Saguia el Hamra, una zona rica en fosfatos, con la ciudad de El Aaiún, y de Río de Oro, una zona rica en pesca, con la ciudad de Villacisneros (hoy Dackla). Un territorio con una extensión total de 266000 km2, algo más de la mitad de la España peninsular.
Ifni, que correspondía a una pequeña base para el tráfico de esclavos que había sido montada en el siglo XV en un lugar indeterminado de la costa africana con el nombre de Santa Cruz de la Mar Pequeña, fué ocupada militarmente por España en 1934. Tras obtener Marruecos su independencia en 1956, empezaron una serie de asedios a esta pequeña colonia y al conjunto del Sáhara español que terminaron en 1958 con un ataque massivo por parte de España y Francia con importantes bombardeos aéreos y un fuerte desplegamiento de tropas de ambas potencias que permitieron a España recuperar Ifni y el Sáhara.
No obstante, siguiendo una resolución de la ONU, España cedió el territorio de Ifni a Marruecos en 1969, no así el del Sáhara que lo mantuvo hasta 1976. También en 1968 descolonizó los territorios en el golfo de Guinea constituídos por una provincia, en el continente, denominada Río Muni y las islas de Fernando Poo, Elobey, Annabón y Corisco que constituyeron la República de Guinea Ecuatorial. Es importante notar que todos estos territorios africanos fueron considerados provincias españolas en la época de la dictadura del general Franco, que sus habitantes tenían la plena nacionalidad española y que mantenían sus representantes en las Cortes Españolas. En España todavía se conserva, por mandato de las Naciones Unidas, el registro de DNI de los ciudadanos saharauis en el momento de la descolonización.